Sam Puryear quiere que el golf de HBCU esté en pie de igualdad. Y el entrenador de golf de la Universidad de Howard sabe lo que se necesita para llegar allí. Después de ganar un campeonato nacional en Stanford, luego un título Big Ten con Michigan State, Puryear, con la asistencia del campeón de la NBA Steph Curry, literalmente comenzó desde cero en Howard hace dos años.
Así que se sentó con el Caddy de Estados Unidos, Michael Collins, para hablar sobre la oportunidad, cómo consiguió el trabajo de Howard, el objetivo de competir y ganar y mucho más.
Collins: ¿Qué es lo más importante que desea que la gente sepa sobre el golf universitario de HBCU?
Puryear: Creo que una de las cosas más importantes que puedes decirle a la gente es, No. 1, estamos aquí para competir. No estamos aquí pidiendo una ventaja. Estamos aquí pidiendo igualdad. Estamos aquí listos para competir y queremos competir al más alto nivel.
Quiero gente joven que quiera tener mucho éxito. Que quiera trabajar duro. Que quiera jugar la mejor competición. Que quieran mejorar su coeficiente intelectual de golf. Que quieran tener esa oportunidad donde, si tienen ese sueño de golf, puede hacerse realidad. Desde donde me siento hoy, todo está dentro de mí. Lo voy a poner sobre la mesa. Estoy dando todo para ayudar a estos jóvenes y a hacer realidad sus sueños.
El golf de HBCU, en mi opinión, no está buscando una limosna. Buscamos una oportunidad.
Collins: Eso es algo de lo que tú y yo hablamos antes. No pidiendo una ventaja, sino pidiendo igualdad de condiciones.
Puryear: Si soy una corporación que lee esto ahora, diría: "Está bien, ¿cuáles son las cosas que podemos proporcionar que lo pondrían en pie de igualdad?" Así lo veo yo.
Collins: Parece fácil, pero la gente asume que, debido a que tienes un programa de golf universitario, todos los niños se adaptan y tienes ocho sistemas Trackman. [Puryear se ríe.] Te ríes, pero ¿cómo lo arreglas?
Puryear: Mi filosofía en eso, y la tengo desde que era niño, si eres entrenador, tienes que tener poca memoria. Todos los grandes atletas tienen poca memoria. Michael Jordan tira el balón. Falla 15 veces. ¿Pero adivina que? Esos últimos tres [que hace], ganan el juego. No pensó en los otros que extrañaba. Porque no son importantes. Escuché a [Jack] Nicklaus con mis propios oídos decir que nunca falló un putt corto.
Es todo una mentalidad. Como entrenador de golf, en mi perspectiva, vengo a este trabajo, esta oportunidad, sin nociones preconcebidas de que la vida será fácil, la vida será grandiosa, la vida será justa. Porque todavía sé que tengo que recaudar dinero. Tengo que llamar a 45 personas para que dos consideren mi sal. Tengo que enviar 100 consultas para obtener 10. Sé que eso significa que tendré que trabajar más duro. Voy a tener que trabajar más. ¿Pero adivina que? Yo soy el entrenador. Para mí, los programas de HBCU deberían ver lo que están haciendo las grandes escuelas. Imitan el sabor del entrenador. He estado entrenando durante mucho tiempo. ¿Mi meta? No vengo aquí con ninguna otra expectativa que no sea construir algo sobre tierra firme y ganar. Sé que voy a tener que trabajar más que todos los demás. Si creo que se levantan a las 8:30 [de la mañana] tengo que ganarles dos horas porque no tengo el mismo presupuesto que ellos. Si creo que son vagos y van a parar a las 5 o 6, voy a trabajar hasta las 9. Porque tengo que estar dispuesto a sangrar, a sacrificarme para mejorar. Solo tienes que hacer algo extra. Tienes que llamar a ese tipo extra, tienes que enviarle un correo electrónico a esa dama extra para conseguir ese Trackman.
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